"Las gárgolas y otras figuras de Notre Dame nos transmiten las ideas psicológicas de sus constructores, especialmente la idea de la complejidad de la mente. Estas figuras son el alma de Notre Dame, sus diferentes "yos": pensativos, melancolicos, vigilantes, burlones, irónicos, sumergidos dentro de sí, devorando algo, mirando penetrantemente hacia una distancia invisible hacia nosotros, tal como lo hace la extraña mujer que se toca la cofia de la monja que puede verse sobre los capiteles de las columnas de una pequeña torrecilla que se encuentra a lo alto en el lado sur de la catedral.
Las gargolas y todas las demas figuras de Notre Dame tienen una propiedad muy extraña: a su lado las personas se ven como imagenes pétreas exámines, muertas."