lunes, junio 23

LA MORAL


A la gente le gusta mucho hablar de moral. Pero la moral es una simple autosugestión. Una moral siempre puede contradecir y aun negar fácilmente a otra moral. Las morales se destruyen completamente unas a otras. Los hombres con contradicciones pueden ser muy morales. Pero sus contradicciones pueden ser diferentes; dos hombres muy morales pueden entonces considerarse el uno al otro muy inmorales. Por regla general esto es casi inevitable. Cuanto más «
moral» es un hombre tanto más estima «inmorales» a los demás hombres «morales» que no lo son de la misma manera que él.




La idea de moral está ligada a la idea de buena o mala conducta. Pero la noción del bien y del mal difiere de un hombre a otro; siempre es subjetiva en el hombre «común», y cada vez es función del momento o de la situación. El hombre subjetivo no puede tener una concepción general del bien y del mal. Para el hombre subjetivo, el mal es todo lo que se opone a sus deseos, a sus intereses, o a su concepción del bien.

Se puede decir que para el hombre subjetivo, el mal en realidad no existe. Para él no existen sino diversas concepciones del bien. Nadie jamás hace nada deliberadamente por servir al mal, por amor al mal. Cada uno actúa por servir al bien como él lo entiende. Pero cada uno lo entiende de diferente manera. Por consiguiente los hombres se despedazan y se asesinan por servir al bien. La razón es siempre la misma: su ignorancia y el profundo sueño en el que viven.

Esto es tan evidente que aun parece extraño que la gente no piense en ello. En todo caso, el hecho es que no pueden llegar a esta comprensión, y cada uno considera «
su bien» como el único bien, y todo el resto como el mal. Sería ingenuo y perfectamente vano el alimentar la esperanza de que los hombres pudieran comprender alguna vez y desarrollar en ellos una idea general e idéntica del bien.


Ouspensky




 
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