Las malas acciones, todas y cada una de las malas, tienen su origen en el instinto de conservación, para expresarlo más claramente, las malas acciones tienen como objetivo buscar el placer y evitar el dolor; si esa fuera su motivación, no son en realidad malas; la perpetración del mal por el mal no existe más que en la mente de los filósofos, así como el placer por el placer tampoco existe.
La imposición va antes que la moralidad, la cual durante un lapso de tiempo es una imposición a la que el hombre se subyuga para evitar el dolor. Con el tiempo, ésta se torna una costumbre, luego una obediencia voluntaria, y al final es casi un instinto.
Entonces como sucede con todo lo que nos resulta familiar y natural por grandes lapsos de tiempo, es relacionado con el placer, para convertirse en virtud.
miércoles, septiembre 10
LAS MALAS ACCIONES
Nietzsche
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