Cuando una gallina recién llegada entra en un gallinero, se producen una serie de combates que marcan cuál será su posición jerárquica. Cada combate que gane, significará que estará por encima de la derrotada. Y cada uno que pierda, que estará por debajo. La posición jerárquica proporciona un orden a la hora de acceder a la comida, beber, etc. Al perder el combate, la gallina despliega un comportamiento que consiste en encogerse, en parecer más pequeña. Baja la cabeza, guarda las alas y se resigna.
En una disputa, los lobos erizan sus pelos para parecer mayores (los humanos conservamos ese reflejo con lo que llamamos "piel de gallina", que se produce en situaciones de miedo o especial emoción). En cambio, el perdedor agachará la cabeza y esconderá la cola entre las patas, reduciendo su volumen corporal al mínimo, como queriendo desparecer. Esta conducta se repite en las interacciones sociales de muchas especies. Se puede observar también en los animales que tenemos más cercanos, como perros y gatos.
Un caso muy claro es el del lagarto australiano Chlamydosaurus kingii, que despliega una corona (de ahí lo de "Kingii", de rey en inglés) alrededor de la cabeza que lo hace parecer mayor.
Es la misma conducta que despliegan algunos humanos cuando se arrodillan o se agachan en los templos. Un acto de sumisión frente al líder, el superior en la escala jerárquica, sea un hombre o un símbolo. De la misma forma que los soldados, que ya de por sí han de ser altos en los procesos de selección de muchos ejércitos, han de estar bien erguidos y con el pecho henchido cuando están en formación. Además, en muchos ejércitos se usan cascos o cubrecabezas para aumentar la estatura. Muchos sacerdotes, sobre todo de alto nivel, también llevan gorros exagerados. La misma conducta que se produce cuando alguien se saca el sombrero, en supuesta señal de humildad o consideración. Cuando se inclina la cabeza para saludar. O el origen de ciertas expresiones como "a sus pies". Y el mismo comportamiento que cuando se saluda a los reyes, en el protocolo internacional, uno ha de hacer una reverencia, de forma que disminuya su altura frente al monarca. En el caso de las mujeres, una genuflexión, evidenciando su rango tradicionalmente inferior. Es por lo mismo que los reyes llevan corona: para ser los gallos del gallinero. No es gratuito que se les llame "Majestad" o "Alteza", aunque sean bajitos, no lo merezcan y aunque su presencia, como la misma costumbre, sea una acronía.
Lo curioso es que a estas conductas se las enmarque dentro de las normas de educación. Nadie llamaría "educado" al perro que encoge la cola ante otro más fuerte.
martes, diciembre 2
JERARQUÍAS
Memecio
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