"El Karma Yoga enseña a vivir rectamente. Karma Yoga es el Yoga de la actividad, enseña la recta relación hacia la gente y la recta acción en las circunstancias ordinarias de la vida... El Karma Yoga esta siempre relacionado con el fin del desarrollo interior. Ayuda al hombre a no dormirse interiormente en medio de las enmarañadas influencias de la vida, en especial en medio de la influencia hipnotizante de la actividad. Le hace recordar que nada externo tiene significación alguna, que todo debe hacerse sin dar importancia al resultado. Sin Karma Yoga el Hombre llega a absorberse en los propósitos más cercanos, más visibles, y olvida el principal propósito. El Karma Yoga enseña al Hombre a cambiar su destino, a dirigirlo según su voluntad.
De acuerdo con la idea fundamental del Karma Yoga esto solo se logra cambiando la actitud interior del Hombre hacia las cosas y hacia sus propias acciones. La misma acción puede realizarse de un modo diferente, y el mismo evento puede vivirse de un modo diferente. Y si un hombre cambia su actitud hacia lo que sucede, esto en el curso del tiempo cambiara inevitablemente el carácter de los eventos que le salen al encuentro en su camino. El Karma Yoga enseña al Hombre a comprender que aunque le parezca que es él mismo quien está obrando, en realidad no es él quien obra, sino un poder que pasa a través de él. Karma Yoga afirma que un hombre no es en absoluto lo que cree ser, y enseña al Hombre a comprender que solo en muy raros casos obra por si mismo e independientemente, y en la mayoría de los casos sólo obra como una parte u otra de un gran todo. Este es el lado 'oculto' del Karma Yoga, la enseñanza relativa a las fuerzas y leyes que gobiernan al Hombre.
Un Hombre que comprende las ideas del Karma Yoga siente en todo momento que no es sino un minúsculo tornillo o una ruedecilla en la gran maquina, y que el éxito o la falta de éxito de lo que cree estar haciendo depende en escasa medida de sus propias acciones. Al obrar y sentir de este modo, un hombre nunca conocerá el fracaso en cosa alguna, porque el mayor fracaso, la mayor falta de éxito, pueden promover el éxito en su trabajo interior, en su lucha consigo mismo, si solo encuentra la actitud justa hacia su falta de éxito.
Una vida gobernada por los principios del Karma Yoga difiere mucho de la vida ordinaria. En la vida ordinaria, no importa cuales sean las condiciones, el principal propósito del Hombre consiste en evitar todo lo desagradable, todas las dificultades e incomodidades, hasta donde le es posible. En una vida regida por los principios del Karma Yoga, el hombre no busca evitar lo desagradable y las incomodidades. Por el contrario, los recibe bien, porque le ofrecen la oportunidad de vencerlos. Desde el punto de vista del Karma Yoga, si la vida no ofreciera dificultades seria preciso crearlas artificialmente. Y por lo tanto, las dificultades a las que se hace frente en la vida son contempladas no como algo desagradable que es preciso evitar, sino como condiciones muy útiles para los fines del trabajo interior y el desarrollo interior.
Cuando un hombre lo entiende y lo siente constantemente, la vida misma se convierte en su 'maestra'.
El principio fundamental del Karma Yoga es el no-apego. Un hombre que sigue los métodos del Karma Yoga debe practicar el no-apego siempre y en todo, ya sea en el bien o en el mal, ya sea en el placer o en el dolor. El no-apego no significa la indiferencia. Es cierta clase de separación de sí de lo que sucede o de lo que se está haciendo. No es frialdad, ni tampoco el deseo de apartarse de la vida. Es reconocer y comprender constantemente que todo se hace según ciertas leyes y que todo en el mundo tiene su propio destino. Desde un punto de vista común, seguir los principios del Karma Yoga se asemeja al fatalismo. Pero no es fatalismo en el sentido de aceptar el exacto e inalterable preordenamiento de todo sin posibilidad alguna de cambio. Por el contrario, el Karma Yoga enseña como cambiar el karma -cómo influir el karma-. Pero desde el punto de vista del Karma Yoga este influir es por entero un proceso interior. Karma Yoga enseña que un hombre puede cambiar la gente y los eventos a su alrededor cambiando su actitud hacia ellos.
La idea en que se fundamenta es muy clara. Todo hombre desde su nacimiento esta rodeado por cierto karma, por cierta gente y por ciertos eventos. Y de acuerdo con su naturaleza, educación, gustos y hábitos adopta cierta actitud definida hacia las cosas, la gente y los eventos. Mientras esta actitud permanezca sin cambio alguno, la gente, las cosas y los eventos también permanecen sin cambio alguno -es decir, son los que corresponden a este karma. Si no esta satisfecho con su karma, si desea algo nuevo y desconocido es preciso que cambie su actitud hacia lo que tiene y entonces sobrevendrán nuevos eventos.
Karma Yoga es el único camino posible para la gente que esta atada a la vida, incapaz de liberarse de las formas externas de la vida, para la gente que ya sea por su nacimiento o por sus poderes y capacidades esta situada a la cabeza de comunidades o grupos humanos, para la gente que esta en relación con el progreso de la vida de la humanidad, para los personajes históricos, para la gente cuya vida personal parece ser la expresión de la vida de una época o de una nación. Estas personas no pueden cambiar visiblemente; solo pueden cambiar internamente, mientras externamente siguen siendo iguales a lo que eran antes, dicen las mismas cosas, hacen las mismas cosas, pero sin apego, como actores en la escena. Al convertirse en tales actores en relación con su vida, llegan a ser Yoguis en medio de la más variada e intensa actividad. Siempre habrá paz en su alma sean cuales fueren sus inquietudes. Su pensamiento puede trabajar sin impedimento alguno, independientemente de todo cuanto les rodea. El Karma Yoga otorgaría libertad al prisionero en la cárcel y al rey en el trono, si tan solo sintieran que son actores que desempeñan sus papeles".
sábado, marzo 28
KARMA YOGA
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