Horacio: He visto en el cementerio a tu padre, el rey fallecido, y se negó a hablarme.
Hamlet: Es el rey en persona ¿cómo lucía?, o acaso un espectro que se ha apoderado de su figura; si es así con él hablaré...pero qué estoy diciendo, seguramente es una trampa que se ha elaborado para emboscarme a mí, el príncipe de Dinamarca.
Horacio: Porque aseguras eso ¿acaso no crees en lo que mis ojos han visto?
Hamlet: Lo hechos que me narras no los pongo en duda, sé que algo ha pasado. Pero creo que de ellos a tu explicación hay una distancia insalvable que aun no has notado: Si creo firmemente que es propio de nuestro mundo que sólo en él exista lo físico, ¿cómo puedo verme tentado por tus habladurías acerca de espectros?
Horacio: ¿Tal vez fue un sueño, una revelación de terribles acontecimientos?
Hamlet: Lejos estás de entender lo que te digo. Ni el futuro nos es dado a conocer, ni aún el presente en distancias insalvables. Creo, mejor, que tus ojos y tu cerebro te han jugado una mala pasada.
Horacio: Ahora entiendo tu esceptisismo respecto a las noticias que recién te he traído, ya sabes una mente joven e inexperta puede jugarle malas pasadas a quien la posee.
Hamlet: Querido Horacio si bien no te conociera, pensaría que te esfuerzas por hacerme errar usando términos innecesarios ¿para qué incluir en tu expresión mitos como esa "mente" de la que hablas? mejor háblame de tus nervios y lo que en ellos sucede; sólo así tu expresión brillará por tu claridad.
Horacio: Conozco tu inflexible rigor y por ello mismo no hay nada errado en mi expresión... cuando de mente, mente es. Sin embargo entiendo lo que intentas explicarme y ciertamente, tu optimismo, Hamlet, me parece insuperable ¿cuéntame por qué habría de equipararla función con aquello que realiza? Acaso no es tan "beber" lo que realiza un ebrio y lo que realiza un buey.
Hamlet: No es de ebrios, ni de bueyes, pues como ya sabes me conformo con conocer más de la realidad ultima de todos nuestro mitos: el cerebro, pues sólo así se puede conocer la verdad de lo mental.
Horacio: Veo que en algo terminamos pareciéndonos, pues ambos y, yo creemos que el cerebro es la realidad que está a la base de la mente, es más yo pensaría que es el único capaz de hacer la mente (...y la mente a..., y luego a la misma), PEro nuestras diferencias son aún notorias...
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Horacio: He visto en el cementerio a tu padre, el rey fallecido, y se negó a hablarme.
Hamlet: Es el rey en persona ¿cómo lucía?, o acaso un espectro que se ha apoderado de su figura; si es así con él hablaré...pero qué estoy diciendo, seguramente es una trampa que se ha elaborado para emboscarme a mí, el príncipe de Dinamarca.
Horacio: Porque aseguras eso ¿acaso no crees en lo que mis ojos han visto?
Hamlet: Lo hechos que me narras no los pongo en duda, sé que algo ha pasado. Pero creo que de ellos a tu explicación hay una distancia insalvable que aun no has notado: Si creo firmemente que es propio de nuestro mundo que sólo en él exista lo físico, ¿cómo puedo verme tentado por tus habladurías acerca de espectros?
Horacio: ¿Tal vez fue un sueño, una revelación de terribles acontecimientos?
Hamlet: Lejos estás de entender lo que te digo. Ni el futuro nos es dado a conocer, ni aún el presente en distancias insalvables. Creo, mejor, que tus ojos y tu cerebro te han jugado una mala pasada.
Horacio: Ahora entiendo tu esceptisismo respecto a las noticias que recién te he traído, ya sabes una mente joven e inexperta puede jugarle malas pasadas a quien la posee.
Hamlet: Querido Horacio si bien no te conociera, pensaría que te esfuerzas por hacerme errar usando términos innecesarios ¿para qué incluir en tu expresión mitos como esa "mente" de la que hablas? mejor háblame de tus nervios y lo que en ellos sucede; sólo así tu expresión brillará por tu claridad.
Horacio: Conozco tu inflexible rigor y por ello mismo no hay nada errado en mi expresión... cuando de mente, mente es. Sin embargo entiendo lo que intentas explicarme y ciertamente, tu optimismo, Hamlet, me parece insuperable ¿cuéntame por qué habría de equipararla función con aquello que realiza? Acaso no es tan "beber" lo que realiza un ebrio y lo que realiza un buey.
Hamlet: No es de ebrios, ni de bueyes, pues como ya sabes me conformo con conocer más de la realidad ultima de todos nuestro mitos: el cerebro, pues sólo así se puede conocer la verdad de lo mental.
Horacio: Veo que en algo terminamos pareciéndonos, pues ambos y, yo creemos que el cerebro es la realidad que está a la base de la mente, es más yo pensaría que es el único capaz de hacer la mente (...y la mente a..., y luego a la misma), PEro nuestras diferencias son aún notorias...
....brain rocks!
I agree brain rocks!
Oye Hamlet, pero yo no noto diferencias entre nosotros, es más, me impresionan las similitudes.
mañana estaré en una conferencia del Dr. Llinás!!!
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